Apertura de horizontes: Oda a la astrología que abre.

24 Ago 2023

Por Isaac Forns

El lenguaje astrológico es considerado un lenguaje sagrado por su naturaleza simbólica, por tratarse de un sistema completo en sí mismo, que tiene naturaleza fractal en sus significados y sus partes que se interrelacionan íntimamente. Es vehículo de los arquetipos del inconsciente colectivo y gracias a estos, puede orientarnos hacia un redescubrimiento de nosotrxs mismxs. Otros lenguajes como el Tarot, la Kabbalah o el I Ching también comparten esta naturaleza sagrada, profunda y enigmática que posiblemente los hace tremendamente magnéticos para el ser humano curioso y ávido de conocimiento. Esta íntima atracción no está libre de riesgos y sesgos.

Los lenguajes sagrados abren una puerta a la coherencia inmanente del mundo. Estos mismos lenguajes son puerta hacia esa coherencia y permiten dar testigo de ella. Ya postulada hace siglos, la máxima hermética “como es arriba es abajo” pone de manifiesto una capa de la experiencia de la realidad que a lo posmoderno le viene a contrapelo. No estamos acostumbradxs a pensar y percibir de esta manera.

Somos hijos del mecanicismo newtoniano. La Relatividad General de Einstein tiene ya más de un siglo. El principio de Indeterminación de Heisenberg, que desmontó certezas, que parecían inamovibles y puso en jaque el determinismo que iba arrastrando el pensamiento occidental, cumplirá un siglo dentro de poco. Aún con estos revolucionarios avances en materia científica, se sigue concibiendo el cuerpo humano y su psique, el planeta y el universo, como una gran máquina desprovista de propósito o significado. Por supuesto, en este último siglo han irrumpido teorías, visiones y propuestas que nutren y dialogan con la realidad de formas más integrales e integradoras. Nos proveen de perspectivas con más sentido y dirección. Nombrar “la Teoría de Sistemas”, como nuevo paradigma holístico, podría ser una buena manera de aglutinar distintas miradas en las que la interrelación y la interdependencia permiten vislumbrar horizontes nuevos de la realidad y cómo participar en ella y de ella. Autores como A. N. Whitehead[1], F. Capra[2] o E. László[3] exponen, desarrollan y defienden que el universo puede ser analizado y explicado como un gran sistema viviente. 

Es clave tener presente esta bisagra entre paradigmas cosmológicos subyacentes en la mente colectiva para comprender el papel que la Astrología, como lenguaje sagrado, puede jugar en la creación de nuevas posibilidades en nosotrxs mismxs y nuevas comprensiones del mundo que nos rodea.

Recientemente escuchaba a Alejandro Lodi[4] en una entrevista en la que hacía hincapié en el efecto de la astrología en las personas, según el prisma desde que la astrología se usa. ¿La usamos para confirmar nuestras creencias, relatos y suposiciones? ¿La usamos para investigar el misterio que somos y el misterio del que participamos? Finalmente, ambas posibilidades coexisten, son registros disponibles a partir del lenguaje astrológico, pero con efectos muy diversos en nuestra experiencia propioceptiva. Una abre, vasodilata, expande el corazón, aumenta la sensibilidad, se siente posibilitante y actúa como un empuje. La otra cierra, activa el miedo y las defensas, las corazas se excitan y nos polarizamos hacia uno de los extremos confrontados, del conflicto que sea que nos atraviesa. 

Sobre estas posibilidades quiero versar en los siguientes párrafos.

Los arquetipos, articulados por los diversos significantes astrológicos, son fuentes de sabiduría y conocimiento que requieren de una manera de pensar analógica y no tanto lógico-racional. Son herramientas poderosas para ejercer ese efecto vasodilatador y expansivo, ampliador de sensibilidades. Sabemos que algunos de los significados ampliamente consensuados para Saturno, por poner un ejemplo, son la autoridad y el juicio, los límites, el deber y la responsabilidad, el tiempo y la mortalidad, lo tradicional y lo establecido, la contracción y las restricciones, la presión y la disciplina, las estructuras o la cristalización de la forma, por nombrar algunos. En la vida de cualquier persona estos temas juegan un papel. Dentro de la carta natal, encontraremos estos temas en distintos ámbitos de experiencia, según la casa que ocupen. Por tránsitos se activarán experiencias de esta índole cuando haya contactos con planetas natales, etc. Hay diversidad de técnicas y focos aplicables para ver cómo estos significados se van a activar en la experiencia del nativo. Hasta aquí todo bien. En el proceso de traducción del significado arquetípico a la diversidad concreta del nativo es donde atravesamos el momento bisagra anteriormente mencionado. Cómo poner el arquetipo al servicio del nativx seguramente sea la parte artística y artesanal del oficio de astrologx.

Hace unos meses, de un modo un tanto casual, tuve la oportunidad de conversar con mi sobrino, de 19 años de edad, sobre su código natal. Hacía tiempo que me pedía “que le dijera cosas” sobre él, “que le leyera la carta astral”. En un contexto informal, nocturnidad mediante, estuvimos conversando sobre algunas de sus configuraciones natales y algunos de sus recientes tránsitos. Explicándole la naturaleza del arquetipo y dándole ejemplos posibles, le preguntaba por sus experiencias en relación a estas temáticas. Se nos pasaron las horas volando. Al cabo de unas semanas, me dijo que le había ayudado lo que habíamos hablado y que ojalá eso lo pudiera hacer toda la gente de su edad. Cuando indagué en su comentario, me sorprendió la agudeza de su apreciación: “La astrología se ha generalizado mal. En internet hay mucha información distorsionada. Tengo amigas a quienes, como les ha ido mal con un novio, buscan por internet qué novio les corresponde por su signo, y claro se quedan con una información que no les ayuda. No ven que hay un mundo detrás de esto.”

Traigo a colación este ejemplo para visibilizar una cantidad ingente de información astrológica parcial, sesgada y fragmentada que circula por las redes. Información que a veces está directamente inventada o es incoherente con la significación arquetípica ampliamente aceptada y contrastada por la tradición astrológica. Antes que las redes, también había libros de astrología, que cual diccionario enciclopédico, hacían una correlación sistemática, lineal y directa entre símbolo astrológico y experiencia personal. El sol en cada uno de los signos, y su textito. La luna ídem, y así con todos los planetas. El sol en las casas, y textito en para cada uno. Por supuesto, hay textos de este tipo de gran valor que describen el arquetipo subyacente y ejemplos de nativos con finalidades pedagógicas, pero también hay – y ahí es donde me interesa poner el acento- textos y por ende, miradas astrológicas, que formulan la correlación de tal manera que cierran las posibilidades de expresión de ese arquetipo, dando al nativo una sentencia, una suerte de destino fatal e inamovible. Una justificación celestial a las suertes o desgracias que uno vive o interpreta que vive. 

Pensemos por un momento en los tránsitos de planetas transpersonales (Urano, Neptuno y Plutón). Cada uno con su impulso y oportunidad transformadora específica, estimulan áreas del psiquismo humano durante meses o hasta un par de años, sino más. Algunos de estos tránsitos pueden no ser fáciles de atravesar, pues movilizan cimientos que dábamos por firmes y estables. Las identificaciones de nuestro ego no suelen estar dispuestas a disolverse, transformarse o renovarse con facilidad. Ahí podemos encontrarnos de nuevo con el punto bisagra. Por un lado, queremos saber de qué se trata, qué puede pasar, qué hay que hacer. Por otro lado, se abre un campo de posibilidades de evolución profunda en la persona, que aguardan a ser descubiertas. Desde el lenguaje astrológico observamos las temáticas que activan, la naturaleza subyacente en las experiencias que hemos observado en nativos que han atravesado dichos tránsitos para poder comprender la naturaleza arquetípica del momento. La tentación de usar los ejemplos concretos, que ilustran dichos momentos de posibilidad transformadora, como modelos y guías de nuestra experiencia pueden taponar nuestra percepción de oportunidades emergentes en nuestra experiencia. Esos árboles igual no nos dejan ver el bosque. Un dedo señala la luna, pero necios miramos el dedo. 

Pienso en conversaciones informales entre compañerxs que conocemos el lenguaje astrológico. A veces, y sin prestar mucha atención, formulamos justificaciones o explicaciones de situaciones cotidianas, basadas en posiciones o aspectos de nuestra carta natal. Reflexiono sobre el calado que este tipo de comentarios puede tener sobre nuestro desarrollo y nuestra comprensión sobre quiénes somos. ¿Qué estoy implicando cuando doy por hecho que esa posición (lunar, solar, del regente del ascendente o de cualquier otro significante) me determina? ¿Qué margen de maniobra me deja tener este o ese ascendente? ¿Estoy abriendo o estoy cerrando sensibilidad y posibilidades?

En una frase sintética y brillantemente ensamblada, Richard Tarnas defiende que la astrología es arquetípicamente predictiva y diversamente concreta[5]. Sostener esta suerte de oxímoron existencial es lo que, a mi modo de ver, mantiene nuestra atención y percepción abierta a las posibilidades implícitas en las situaciones y conflictos que se van presentando en nuestro destino. 

Me pregunto si estamos dispuestos a ser transformados por la vida. La astrología y su mirada profunda sobre nuestra naturaleza pueden ser catalizadores de esta transformación. Me pregunto cómo hacernos permeables a los reveses del destino, a los conflictos cotidianos, a los dolores psíquicos y físicos, los explicables y los inexplicables, al trauma y sus inconscientes retraumatizaciones involuntarias. Sosteniendo estas preguntas, mantengo la hipótesis que la astrología arquetípica de mirada abierta puede ser un campo base seguro desde el que intentar aproximarse a las cimas de lo que somos. 

El lenguaje astrológico encapsula extraordinarias posibilidades de ampliación de nuestra consciencia. Tenemos a mano la posibilidad de irnos sensibilizando a lo que ya somos, pero todavía no registramos. Nos encontramos en un contexto histórico de progresivo colapso de estructuras tradicionales. Vemos crisis sociales, económicas, ecológicas y psico-espirituales por doquier, que posiblemente nos empujan sabiamente hacia un cambio de paradigma cosmológico. Apuesto a que la astrología puede brindar una ayuda inestimable si participamos de una astrología que abre, vasodilata, expande el corazón, aumenta la sensibilidad, se siente posibilitante y actúa como un empuje para lo que tengamos que enfrentar como individuos y como especie.

[1] Whitehead, Alfred North, Science and the modern world. Touchstone, Nueva York, 1997
[2] Capra, Fritjof. La trama de la vida. Anagrama, Barcelona, 2009.
[3] László, Ervin. Systems view of the world. Brazillier, Nueva York,1972
[4] La Relojería Pódcast. Capítulo 7: Reflexiones con Alejandro Lodi https://open.spotify.com/episode/39IBr7Zhhv8SzGeDAkc2Eh?si=a1fdc7d092bc4434
[5] Tarnas, Richard. Cosmos y psique. Atalanta, Vilaür, 2017


Isaac Forns

Graduado en educación, historiador de la música, especialista en método Montessori, músico y bailarín improvisador, entra en contacto con la Astrología, accidentalmente, en 2004. Desde entonces, se implica, tanto en programas formativos, como de forma autodidacta, con la milenaria disciplina, y esta se convierte en un lenguaje paralelo y coexistente para extraer sentido y coherencia de la realidad. Su comprensión astrológica bebe de la fascinación por el trabajo de Rudhyar, Arroyo, Huber, Carutti y Tarnas, entre otros.

Su carácter humanista y polifacético le llevan a explorar varias culturas, lenguas y tradiciones religiosas y espirituales; las diversas y recientes corrientes psicológicas y prácticas corporales, tanto deportivas, como expresivas y terapéuticas, que van integrándose progresivamente en su cosmovisión participativa.

Especialmente influenciado por experiencias personales y transpersonales a través de las Nuevas Constelaciones Familiares y la Respiración Holotrópica, empieza a ofrecer asesoramiento astrológico en 2018, que compagina con su trabajo pedagógico, dando seminarios de pedagogía, talleres de Danza Improvisada y clases de Audición Musical en la Universidad de Alicante. 

Ig: embodiment.astrologico
Fb: isaac.astrologia
+34 647668315
isaacforns@gmail.com

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