Deconstruyendo la “metafísica de la presencia”

4 Ago 2023

Por Mónica Gobbin

En 1966, Jacques Derrida dio una conferencia en la Universidad Johns Hopkins que puso en duda toda la historia de la filosofía occidental. Al año siguiente, Derrida publicó tres libros brillantes pero desconcertantes que convencieron a muchas personas de que él era el filósofo más importante de finales del siglo XX. Desafortunadamente, nadie tenía certeza de si el movimiento intelectual que generó, la Deconstrucción[1], ayudó al avance de la filosofía o “la asesinó”. ¿Por qué esta controversia? Fundamentalmente, porque la interpretación deconstructiva sostiene que toda la historia de la filosofía occidental, con su lenguaje y tradiciones, ha enfatizado el deseo de acceso inmediato al significado y, por tanto, se ha construido una metafísica, u “ontoteología”[2], basada en la noción de presencia, privilegiada sobre la ausencia (en cuanto no-existencia). 

En pocas palabras, Derrida utiliza la deconstrucción para examinar críticamente los paradigmas conceptuales en los que se ha asentado la sociedad occidental desde los inicios de la filosofía griega hasta nuestros días. Estos paradigmas impregnan el universo simbólico de Occidente. y están cargados de un elemento particular: dicotomías (oposiciones jerárquicas entre dos conceptos), lo que han generado pensamientos y comprensiones binarias sobre los fenómenos del mundo y los seres humanos, así como también han generado formas de identificación y de construcción de subjetividades determinadas. Al ser oposiciones jerárquicas, tienen como consecuencia que entendamos uno de los dos fenómenos de la dicotomía como el fenómeno primario, o el fundamental, y el segundo, como un derivado. Por ejemplo, lo que pasa en la clásica distinción entre la mente y el cuerpo; la naturaleza y la cultura, lo literal y lo metafórico, entre otras muchas[3].

A través de esta herramienta de análisis, Derrida puso en evidencia la forma en que han surgido las creencias básicas que sostienen los paradigmas, las cuales fueron construidas culturalmente. Muchos de estos conceptos están entrelazados con principios filosóficos impregnados en la astrología helenística y medieval. Por ello, me pareció interesante revisar la carta natal de quien sacudió la filosofía occidental y generó nuevas categorías de pensamiento en disciplinas como la semántica, las ciencias políticas y la antropología social.

Algo curioso: Derrida no se reconocía como filósofo, se refería a sí mismo como historiador. Lo revolucionario de su trabajo ha hecho que el pensador Emmanuel Lévinas lo considerara el nuevo Immanuel Kant, y Richard Rorty, el nuevo Friedrich Nietzsche.​ Es, acaso, el pensador de finales del siglo XX que más polémicas ha levantado, por su iconoclasia y por su empeño crítico. Algunos consideran que logró realizar el sueño nietzscheano del filósofo-artista[4], por sus discursos mediáticos.

Desde la interpretación astrológica, ¿qué factores encontramos en su radix? ¿Qué configuraciones encontramos en los momentos claves de su vida? Como nombramos anteriormente, Jacques Élie Derrida nació en El Biar, un barrio de Argel en la Argelia francesa, en el seno de una familia judía sefardí, de origen toledano. 

Carta Natal Jacques Derrida
15/07/1930 El Biar, Argelia, 8:30 h GMT 
36.46.06 N – 003.01.50 E
Sistema de Casas: Topocéntrico.

Como se puede ver, su Sol en el 22°07’ de Cáncer está en cazimi con Mercurio, en el 22°03’ de ese signo, en una conjunción casi partil que se considera una dignidad accidental. Cazimi proviene del término árabe que significa “en el corazón del Sol”. Es un estado especialmente benéfico que se produce cuando un planeta está conjunto al Sol, dentro de 17 minutos de arco, según la tradición. Se dice que esta posición planetaria es de gran fuerza. El planeta está fortificado por los rayos del Sol, por lo cual, se fortalecen los rasgos mercuriales. Se dice que Mercurio en Cazimi es una suerte de marca o señal de genialidad. 

Sol-Mercurio en Cáncer presentan una conjunción separativa con Plutón en 19°14’ de Cáncer. Todos estos planetas se ubican en la Casa XI. Algunos autores consideran a esta configuración un stellium y otros lo descartan si entre los planetas está la pareja Sol-Mercurio, por la proximidad que este último mantiene con la luminaria, pues no se aleja más de 28° en su máxima elongación. Donna Cunningham expresa en su libro basal sobre stelliums The Stellium handbook que, en el caso de la carta de Derrida, sería una triple conjunción y no un stellium. Agrega que, en su investigación, al analizar las cartas natales de notables como estrellas de cine, músicos y políticos, es más frecuente encontrar conjunciones triples que stelliums. Tal vez sea porque, más allá de tres planetas, se pueden introducir muchas más complicaciones y dificultades que superar. 

De cualquier forma, tres planetas en conjunción en el mismo signo y casa constituyen un foco importante. Se suele considerar al signo de Cáncer como romántico y sensible, muchas veces obviando la intensidad emocional del elemento Agua. Plutón aquí agrega poder a la energía Sol-Mercurio; la fortaleza para desafiar desde un lugar mercurial (conferencias, escritos, clases) la cosmovisión occidental, de transformar radicalmente una “verdad”, y la capacidad de percibir que nada en la vida puede quedar como es. Sol-Mercurio-Plutón pudieron ayudar a Derrida a focalizarse en un tema, casi hasta la obsesión, a perseverar hasta su deconstrucción, o su “destrucción” en términos de Heidegger. Es posible también que este grupo de planetas no sólo le aportaron genialidad, sino que, con Plutón en la escena, Derrida haya podido manejarse en los foros académicos donde muchas veces fue criticado duramente. No le temía al debate y fue un gran orador. 

A su vez, desde el plano ecuatorial, podemos señalar un contacto importante, que suma importancia a esta configuración. Mercurio presenta una declinación de 23°07’44’’ en paralelo a Júpiter, con una declinación de 23°12’39’. El paralelo es similar a una conjunción, por lo que podemos agregar confianza en sí mismo, expansión y el talento para comprender el significado y la conexión en un sentido global o superior. Además, la Luna natal está en Piscis, como una suerte de sensor intuitivo. 

Esta combinación de planetas, en el plano zodiacal (Cáncer) y en el ecuatorial, están actuando desde la Casa XI, a la que podemos llamar “la casa de la experiencia grupal”. Si revisamos la tradición astrológica, la XI es considerada una de las mejores casas, y ello es evidente si consideramos los planetas que la definen según el orden caldeo, el más importante de todos, el Sol y el mayor benéfico, Júpiter. Desde una visión más moderna y psicológica, las experiencias que aporta la casa XI estarán destinadas a seguir una impronta transpersonal y tienen por objeto llevar la conciencia del hombre hacia su función en red. Según Eugenio Carutti, por ser una casa de aire, presenta una impronta netamente mental, que lleva a la persona a contactar con aquello original e innovador que es capaz de aportar a la sociedad a través de su contacto con Casa X. Realmente, el trabajo de Derrida a nivel académico trascendió los claustros y aportó herramientas conceptuales a muchas disciplinas.

Mercurio como regente del ascendente en 7°52’ de Virgo es el Señor de la Natividad, también conocido como “kurios” en la astrología helenística. Uno de los objetivos finales de la astrología antigua era encontrar el planeta que estuviera más alineado con el cumplimiento del destino de una persona. Podemos pensar que aquí se cumple este juicio. Al mismo tiempo, Mercurio es el regente de otra triple conjunción, en Virgo, en casa XII, donde están presentes Venus en 0°46, Neptuno en 1°50’ y el asteroide Vesta en 5°23’, este último, en conjunción al eje ascendente-descendente. 

Venus conjunción Neptuno es el aspecto de la inspiración, de la creación. En Virgo y en la casa XII puede ser considerado por algunos autores como una configuración no tan beneficiosa. Es posible que esta conformación haya aportado ciertos temas con respecto a su salud. Derrida fue diagnosticado con cáncer de páncreas en 2003, lo que redujo sus conferencias y viajes. Murió durante una operación en un hospital de París en la madrugada del 9 de octubre de 2004. Vesta aportaría la focalización y el fuego interno necesario para sostener su trabajo. A su vez, el asteroide hace un aspecto de trígono a Saturno en 7°33 de Capricornio. Los aspectos armoniosos entre estos dos factores (conjunción, sextil y trígono) pueden incrementar la disciplina, organización y dedicación al trabajo.

Marte natal presenta una posición interesante. Este factor representa la fuerza de voluntad y el deseo de conquista de una persona. Es sinónimo de resistencia, perseverancia y la estamina necesaria para luchar contra los obstáculos: enfoque, un alto grado de determinación, disposición para asumir el conflicto y disfrutar del riesgo. Lo encontramos en el 0°34’ de Géminis, en conjunción con el Medio Cielo. Excelente para un disertante. Encontramos también un aspecto importante: el sextil entre Marte y Eris en 2°20’ de Aries. El sextil entre estos dos planetas crea un patrón de energía para mantener una posición de lucha y transgresión. Según Henry Seltzer, las personas con un fuerte factor Eris luchan por lo que creen y siguen su propia brújula interna al hacerlo. Son los llamados a cambiar los paradigmas. El arquetipo de Eris puede manifestarse como una reacción a la autoridad establecida, no necesariamente violenta. En el radix, Eris está en cuadratura a Júpiter en Cáncer y en quincuncio a Neptuno. Thomas Canfield asevera que los aspectos con Eris no funcionan como dicen los manuales de astrología, por lo cual podríamos agregar que esta cuadratura sería una especie de estímulo para seguir su propio pensamiento. 

Por otra parte, por el momento de su nacimiento en la década del ’30, se plasman dos aspectos mundanos: Júpiter 4°10’ de Cáncer oposición Saturno 7°33’ de Capricornio, en casas X y IV respectivamente; y Urano 15°22’ de Aries cuadratura Plutón en 19°14 Cáncer, en casas VIII-XI respectivamente.

La década estuvo definida por una crisis económica y política global que culminó en la Segunda Guerra Mundial. Se produjo el colapso del sistema financiero internacional. Se presenció un aumento de los regímenes autoritarios en Italia, España y Alemania. Derrida creció en un ambiente de cambios. Comenzó sus estudios universitarios en un clima intelectual donde varios de los filósofos más representativos del siglo XX estaban en auge. Considero que estos aspectos le permiten representar el zeitgeist de los años 60.

El 21 de octubre de 1966, Derrida pronuncia una conferencia en el International College de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, titulada La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas”. El evento es muy importante, pues lo coloca en el escenario académico mundial. 

Jacques Derrida – Carta triple: Natal, Progresiones secundarias(verde)y tránsitos (rojo) 21/10/1966
Sistema de Casas: Topocéntrico.

Si observamos la carta de las progresiones secundarias sobre el radix (Carta N° 2), encontramos que el Sol progresado está en 26°51’ de Leo, haciendo un trígono al parte de la fortuna natal. La Luna progresada en 7° de Cáncer, conjunta al MC progresado, ya se separa de Júpiter natal. Podemos considerar esto como un buen momento interno que se refleja en un momento de éxito profesional. Los tránsitos nos muestran a Mercurio en 20° de Escorpio haciendo un trígono a Sol-Mercurio-Plutón natal. Marte en 4° de Virgo aspecta a su ascendente natal y hace un sextil a Júpiter natal y un trígono a Saturno natal. Júpiter había transitado sobre su triple conjunción en Casa XI, y todavía estaba en orbe sobre su Ceres en Leo natal, señalando fecundidad intelectual. Plutón en tránsito atraviesa la Casa I y hace aspecto de sextil a Plutón y Sol-Mercurio natales.

Al año siguiente, en 1967, Derrida publicó tres textos trascendentales: “De la gramatología”, “La escritura y la diferencia” y ”La voz y el fenómeno”. Todos estos trabajos han sido influyentes por diferentes razones, pero es “De la gramatología”, la que sigue siendo su obra más famosa.

Jacques Derrida – Carta triple: Natal, Progresiones secundarias(verde)y tránsitos (rojo) 9/05/1992
Sistema de Casas: Topocéntrico.

En 1992, la Universidad de Cambridge se disponía a entregarle a Jacques Derrida el Doctorado Honoris Causa. La votación se agendó para el 16 de mayo de ese año, pero el día 9 de mayo, el claustro recibe una carta firmada por diecinueve personalidades de la filosofía, muchas de las cuales eran directores de los centros académicos más importantes. En dicha epístola, las personas firmantes expresaron su abierta oposición a la entrega del título honorífico, basadas en el argumento de que el estilo de presentación de los trabajos de Derrida y los temas tratados muestran falta de rigor y claridad. Algunos argumentaron que Jacques Derrida era un fraude y un comerciante de teorías nihilistas, y que Cambridge se degradaba a sí misma honrándolo. Finalmente, la votación fue de 336 a 204 y poco después Cambridge otorga el título a Derrida.

En una entrevista publicada por primera vez en The Cambridge Review y reimpresa en su colección de entrevistas “Points…“(1995), Derrida respondió con una crítica devastadora de los métodos utilizados por sus oponentes para menospreciar su trabajo.

Desde los procesos internos, las progresiones secundarias (Carta Nro.3) nos muestran su Sol progresado en 21° de Virgo, en sextil a su Sol-Mercurio natal. Este factor atraviesa su casa I natal, fortaleciendo su imagen de sí mismo y permitiéndole timonear una situación como el rechazo de gran parte de la comunidad académica. Si revisamos los tránsitos, el Sol del día activa su Quirón natal en 18° de Tauro. Este factor está ligado al sentimiento de ser rechazado. A su vez, el Sol en tránsito le hace un semisextil a Eris en el cielo, posicionada en el 17° de Aries, en conjunción separativa al Urano natal de Derrida. Recordamos que él tiene una cuadratura Urano-Plutón natal. Esos aspectos se combinan para expresarse en un evento sorpresivo, en el cual se lo acusa precisamente de no respetar las tradiciones (Urano) y ser transgresor (Eris). 

Saturno en tránsito en 18° de Acuario, conjunto a su Lilith (T) natal en casa VI, cuadran a Quirón natal en 18° de Tauro. Lilith está relacionada también con el rechazo y la libertad personal. Su presencia en esa casa tiñe de transgresión su capacidad de proyectar la labor personal. Saturno marca la presión de las autoridades académicas contra su candidatura. Neptuno en tránsito forma aspecto desde el 18° de Capricornio: se opone a Plutón natal, hace un trígono a Quirón natal y un sextil a Lilith natal conjunta a Saturno en tránsito en Acuario. Neptuno es el regente de la casa VII, los enemigos públicos. Tal vez la fama conseguida hasta ese momento y la buena recepción desde otros ámbitos (Luna en Piscis en VII natal), ayudaron a inclinar la votación a su favor. Y como corolario: Júpiter en tránsito hace conjunción al ascendente desde el 4° de Virgo, y Plutón en tránsito hace un trígono al Sol-Mercurio natal. El Gran Benéfico y el Mago en su auxilio. La Luna progresada en Géminis atravesaba su Casa X natal en este momento tan “público” de su vida.

Luego de esta “batalla”, el predicamento de la “deconstrucción” en los foros intelectuales explotó. El término “deconstrucción” no sólo se difundió en círculos académicos, especialmente en lingüística y ciencias sociales, sino que, a partir del ingreso de Plutón, las corrientes sociales lo adoptaron abiertamente. El movimiento feminista, el movimiento LGBTQIAK+ y las corrientes asociadas a distintos pueblos originarios tomaron el concepto como instrumento de análisis sociopolítico. El lenguaje popular lo incorpora como marca política en el discurso. ¿Y la astrología? Creo que es momento de deconstruir muchos supuestos del corpus de conocimiento, que se mantienen bajo el criterio de autoridad y no han sido revisados en siglos. Un debate serio que nos llevaría a otro nivel. Tal vez sea posible muy pronto, bajo Plutón en Acuario.

[1] La desconstrucción muestra los numerosos estratos semánticos que operan en el lenguaje.

[2] El término “ontoteología” fue acuñado por Immanuel Kant ligado directamente con el término cosmoteología.

[3] Guzmán Martínez, Grecia: “Jacques Derrida: Biografía (2018) en “Psicología y Mente”

[4] Peeters, Benoit: “Derrida, Flammarion, 2010, pág.293


Mónica Gobbin

Pedagoga (UBA), antropóloga social (UBA) investigadora en temas de mitología comparada, ha construido su labor como astróloga y terapeuta vibracional, con herramientas como la astrología, el Tarot, la numerología, memoria celular, TVP, lectura de registros akáshicos, aromaterapia, gemoterapia, masaje Kundalini, terapia floral, reiki y técnicas chamánicas.
Cursó astrología con el matemático y astrólogo Carlos Raitzin (Dr. Spicasc) y con el arquitecto Estanislao Juan Kores. Completó su formación en el Centro Astrológico Buenos Aires. En el exterior, estudió con profesores de la talla de Steven Forrest, Demetra George, Robert Zoller, entre otros.
Desde el año 1986 investiga los nuevos factores astronómicos.
Coordina “Danzando el Mandala de tus Lunas” y organiza círculos de Luna desde el año 2011. En el año 2018 se publicó Danzando el mandala de tus lunas. Un Viaje alquímico iluminado por la Guardiana del Cielo, Ed. Autores de Argentina.
Es organizadora de viajes a lugares sagrados, “Los misterios de nuestra Casa IX”, trabajando distintos temas: “Ascensión del Fénix” (Inglaterra), “Buscando el Grial” (España-Francia e Inglaterra) e Illari Umiña (Capilla del Monte, Argentina y Manabí, Ecuador).
Realiza publicaciones en diferentes formatos sobre las lunaciones y otros eventos astrológicos. Colabora como columnista en CSNP Circle Sancturary Network Podcasts, así como en diversas Newsletters online.

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