Por Kathy Rose.
Artículo publicado en la revista The Mountain Astrologer
Traducido por Iva Hryc
¿Alguna vez has experimentado una descarga eléctrica con una sacudida aguda que te hizo saltar? Seguramente te ha pasado, y registras cómo despiertan tus sentidos y se concentra tu atención en el momento, de manera que quedas completamente consciente y alerta. Esa sorpresa repentina y chocante desencadena una ráfaga sensorial. Tu adrenalina emerge por el golpe imprevisto.
Experimentamos una excitación similar cuando subimos a una montaña rusa, especialmente cuando lo hacemos por primera vez y no conocemos el camino. En esta excitación aventurera, hay una consciencia por estar en el momento, al lidiar con curvas cerradas, caídas empinadas repentinas y giros cabeza abajo en rulos de 360 grados. Esa excitación especial, la sensación de cosquilleo que tenemos, proviene de una estimulación sensorial e, incluso, de la sensación de peligro.
Las descargas eléctricas y las vueltas en montaña rusa son similares a los ciclos de Urano que podrías experimentar. La sorpresa, el cambio repentino y los golpes inesperados son comunes durante uno de estos poderosos tránsitos o arcos solares. Cuando esto sucede, pasamos a una consciencia primal del momento presente. Nuestras tendencias naturales hacen su aparición y respondemos con reflejos rápidos. A menudo, nuestras reacciones superan a nuestro intelecto y emergen de nuestros instintos.
¿Estás listx para abrazar la aventura, acoplarte a la energía y «montar» tu ciclo de Urano hacia tierras espirituales más elevadas?
¿Qué nos enseñan los ciclos de Urano?
Observemos el propósito espiritual y el potencial impacto profundo de un tránsito o arco solar de Urano. ¿Cuál es nuestra oportunidad de expansión y evolución personal? ¿Cómo podemos usar un ciclo de Urano para el máximo desarrollo y crecimiento a nivel álmico?
El propósito de un ciclo de Urano es romper con el estancamiento. Así de simple. La energía de Urano arroja rayos simbólicos que usan una explosión repentina de «electricidad espiritual» chocante, para romper lo que está cristalizado y aflojar lo que está atorado.
Otra analogía es el martillo neumático que rompe el cemento al usar arranques poderosos y rápidos de una fuerza irresistible, o la dinamita que explota y detona lo que está estático o «atorado». También podríamos incluir la «chispa» que ofrecen los cables de puente a la batería muerta de nuestro auto. Este golpe de electricidad pone las cosas en movimiento.
Debemos recordar este propósito (romper el estancamiento) porque a veces, cuando estamos en medio de un disruptivo ciclo de Urano, perdemos de vista el hecho de que todo ese caos ofrece beneficios. A menudo, el cambio inesperado que estos ciclos aportan puede ser emocionalmente estremecedor, pero no por eso menos útil.
El prominente astrólogo y autor británico Alan Leo llamaba a Urano «el planeta despertador». Y de hecho lo es. A menudo nos hace despertar con un sacudón. Cuando se destroza la cristalización, es posible crear un nuevo patrón. A menudo no vemos esto hasta que el viejo modo se rompe en pedazos y despertamos a un nuevo modo de ver y hacer las cosas.
Los ciclos de Urano también pueden desencadenar sentimientos de inquietud y un deseo de libertad y aventura. Una vez que dejamos ir aquello que nos queda chico, nos sentimos liberadxs. Podemos avanzar por la vida, viajar livianxs, en lugar de arrastrar un equipaje pesado.
Esperar, y aceptar, lo inesperado.
Cuando un tránsito o arco solar de Urano golpea nuestra puerta, a menudo es exigente e inflexible, como el cuervo del poema de Edgar Allan Poe. Lo más sabio aquí es rendirse voluntariamente al hecho de que nuestra rutina se verá alterada.
Ahora bien, algunas personas responden mejor que otras a esta frecuencia, a esta ola cíclica de cambio. Los signos cardinales suelen estar dispuestos a saltar a la acción, y quieren hacer algo cuando lo inesperado aparece en sus vidas. Los signos mutables se relajan en el movimiento, demostrando su flexibilidad natural.
Los signos fijos son los más propensos a enterrar los pies y resistir. (Imagina arrastrar por la correa a un perro asustado hasta el veterinario). Su necesidad de repetición y rutina hace que los ciclos de Urano sean particularmente desafiantes para ellxs. El cambio llega demasiado abruptamente, demasiado rápidamente. Los signos fijos necesitan tiempo para hacerse a la idea de ir en una nueva dirección.
Por ser fanática de J. R. R. Tolkien, recuerdo su clásica creación, El Hobbit, en la que el mago Gandalf empuja a Bilbo Bolsón de la Comarca a una nueva aventura que cambia para siempre su vida rutinaria y repetitiva. Bilbo se parece a alguien con, por ejemplo, el Sol en un signo fijo. El hobbit está firmemente agarrado a sus hábitos, seguro en la comodidad y familiaridad que ofrecen. Inicialmente se resiste a la invitación aventurera de Gandalf. Protesta diciendo: «Somos un tipo de personas tranquilas y simples, y no me gustan las aventuras. ¡Qué cosa incómoda, perturbadora y repugnante! ¡Te hace llegar tarde a la cena! No se me ocurre qué le ven las personas».
Gandalf no se rinde con la primera negativa de Bilbo. Le insiste nuevamente, y Bilbo grita: «No queremos aventuras aquí. ¡Gracias!». Sin rendirse, Gandalf finalmente dice: «Haré lo que haga falta para enviarte a esta aventura. Muy entretenida para mí, muy buena para ti, y útil también, si es que la superas».
Bilbo, sin entender que no tiene capacidad de elección, responde con una última negativa: «¡Lo siento! No quiero ninguna aventura, gracias. Hoy no. ¡Buenos días!». Luego, Gandalf talla un símbolo en la puerta de Bilbo, y al día siguiente comienzan a llegar invitados inesperados. La aventura inevitable comienza.
Gracias a ser forzado a abandonar su rutina predecible, el patrón viejo y estancado de su vida, Bilbo crece significativamente como individuo. Despierta a su potencial interior y su tremenda capacidad de lidiar exitosamente con lo inesperado. El pequeño hobbit aprende que es capaz de mucho más de lo que creía. Da un paso hacia lo espontáneo, lo desconocido, lo desafiante… Y entonces florece.
Este ejemplo, en el que Gandalf es el agente simbólico de disrupción y cambio, refleja un tránsito de Urano. Cuando nuestra rutina segura es amenazada, a menudo reaccionamos como lo hizo Bilbo. Esto es particularmente así en los signos fijos.
Lo inamovible se encuentra con lo irresistible
Una de mis clientas, Cheryl, tiene el Sol y el Mediocielo (MC) en Tauro. En 1999, cuando Urano estaba en Acuario y formó una cuadratura con su Sol y Mediocielo, pasó por un período en el que se dio cuenta de que su carrera no la satisfacía. Estaba en un camino sin salida con pocas oportunidades de crecimiento, y esta área de su vida parecía estancada.
Cheryl comenzó a sentir las vibras uranianas de cambio unos meses antes del primer contacto, pero no quería renunciar a su empleo. Sentía una gran resistencia emocional a hacer un cambio. Prefería quedarse con lo conocido, en lugar de aventurarse a lo desconocido, a pesar de la perturbadora sensación de estancamiento que sentía.
Cuando Urano, el planeta del despertar, hizo la primera conexión directa con su Sol, Cheryl perdió su empleo repentinamente. ¡BAM! Cayó el primer rayo de Urano. Estaba sorprendida y pasó los primeros meses del tránsito en un estado de negación, luchando con su necesidad taurina de seguridad y su tendencia a querer que las cosas se mantuvieran igual.
Después de unos meses, Cheryl estaba lista para hacer un pequeño ajuste. Sólo por necesidad, se abrió emocionalmente lo suficiente para aplicar a empleos a través de una empresa de empleo temporal. Sabía que necesitaba más tiempo para tomar una nueva dirección profesional, y hacer trabajo temporal le daría un poco de aire. Sin embargo, la idea de que un trabajo fuera sólo temporario realmente le molestaba. Su naturaleza era construir algo duradero.
Apenas se abrió a la posibilidad, Cheryl comenzó a recibir ofertas de empleos temporales, cada una con fechas de finalización específicas de las cuales sabía con anticipación. Esto desencadenó una especie de trauma de su zona de confort y sensación de seguridad: ¿Qué sucedería cuando terminara ese empleo? ¿Llegaría otra oportunidad?
En cada ocasión, Cheryl encontraba un empleo nuevo, aunque fuera el mismísimo último día del empleo temporal, o durante la semana siguiente a que este finalizara. Tenía que esperar hasta el último momento para que apareciera esa oportunidad. Al principio, esto le causaba mucho estrés. Su naturaleza estaba orientada a tener un plan sólido y algo con lo que podía contar. Le llevó muchos meses aprender a relajarse en lo incierto y confiar en que, cuando necesitara algo, aparecería.
Esta habilidad para relajarse en lo incierto fue un gran descubrimiento para mi cliente. Recuerdo su entusiasmo cuando se dio cuenta de que realmente podía lidiar con el cambio y la incertidumbre sin tener una crisis emocional. Cheryl había enfrentado un tema crítico en lo profundo de su ser. Uno que siempre la había retenido. También entró en una frecuencia de confianza, y contactó con la habilidad de manejar situaciones temporales. Este despertar de capacidad le permitió explorar una nueva dirección en su carrera, algo que no había estado dispuesta a considerar antes del tránsito. Y ¿saben qué? Esa nueva dirección resultó ser más gratificante y satisfactoria de lo que habría imaginado.
Cheryl pasó de un empleo de baja paga y sin crecimiento a una nueva carrera en la que se siente estimulada, desafiada y valorada. Pudo abrazar lo desconocido y buscar una posición en una firma de relaciones públicas. Le han ofrecido posiciones de liderazgo y sus ingresos aumentaron considerablemente. Gracias, Urano.
Resistirse es inútil
Muy a menudo, durante un tránsito de Urano, experimentamos tres «golpes» exactos, y ese «tri-ciclo» suele durar alrededor de un año. Dependiendo de cuán arraigadxs estemos en nuestra rutina, el primer golpe a menudo encuentra oposición interna. Durante el segundo contacto, tal vez aún nos resistamos, pero el cambio ya ha comenzado, y crece la presión. El status quo fue desafiado, y es necesario comenzar a responder. El último golpe necesita que soltemos nuestra resistencia y bloqueo,y nos exige acción. Ahora debemos lidiar con el cambio y crecimiento.
El arco solar de Urano alcanzará su máxima fuerza cuando el aspecto sea partil, pero debemos recordar que la energía comienza a crecer lentamente seis meses antes, y se va desgastando gradualmente durante los siguientes seis meses. Generalmente, podemos decir que el arco está activo durante alrededor de un año.
La zona provisoria: estar en el momento
Durante un ciclo de Urano, somos empujadxs a un período de tiempo en el cual vivimos en una «zona provisoria». El período transicional (zona provisoria) se siente más profundamente cuando nuestro Sol, Luna, o alguno de los ángulos de nuestro horóscopo recibe un aspecto duro (conjunción, cuadratura u oposición) de Urano. Es muy común oír a personas que están en medio de alguno de estos ciclos decir: «Por ahora, lo que hago se siente bien, pero sé que es sólo provisorio. No sé qué seguirá».
El desafío es lidiar con esto con gracia y mantenernos abiertxs a las instrucciones del universo. Un modo en el que suelo comunicar esto a lxs clientes es decirles: «Mantén tu motor en punto muerto, quieto, hasta que recibas la «chispa» para avanzar. Luego pasa a modo «conducción» y presiona el acelerador».
Durante una aventura de Urano, se requiere que pasemos a un nuevo nivel de obediencia instantánea cuando recibimos la señal de «actuar». No recibimos ninguna advertencia sobre cuándo llegarán las ideas para ir en una nueva dirección. Sin aviso, nos golpea un rayo de inspiración, y el siguiente paso de nuestro camino se revela repentinamente. Al recibir el rayo de iluminación, debemos permitirnos responder rápidamente. Cuando confiamos y actuamos instantáneamente, hay una sensación casi mágica de tiempo perfecto generada por el ciclo de Urano. Es parte de la aventura del crecimiento espontáneo.
No muchas culturas se concentran en el valor de estar «en el momento». Sin duda, lxs atletas aprenden a dominar este tipo de consciencia, ya que deben estar totalmente presentes para reaccionar instantáneamente y responder a lo inesperado en una situación de juego. Habitan una actitud de estar siempre listxs con reflejos rápidos, siempre preparadxs para hacer el ajuste que requiere el momento. Aprendí esto cuando me entrené en artes marciales, especialmente cuando hacíamos entrenamiento de pelea. En ese momento, tenía un problema crónico en el hombro, que se dislocaba con muy poca fuerza. Hacíamos entrenamiento de full contact. Teníamos almohadillas, pero eso no nos protegía completamente de lesiones, ni del dolor de una patada o un puñetazo poderoso.
Mi maestro coreano no sabía qué hacer conmigo. Yo era una mujer de intensa potencia y pasión por aprender y competir, y tenía mucho entusiasmo. En consecuencia, él me hacía pelear con hombres muy altos y pesados en el entrenamiento, lo cual siempre les daba ventaja a ellos.
Cada vez que subía al ring, debía enfrentarme a un poco de miedo. No sólo debía proteger mi hombro, sino también enfrentar a un rival que era más grande y fuerte que yo. Por necesidad, aprendí a bajar la energía al estómago y concentrarme completamente en el momento. Trabajé en la confianza de que podría manejar lo que fuera que sucediera. Créanme, ¡no fue fácil! Tuve muchas sesiones de entrenamiento muy dolorosas y estremecedoras antes de darme cuenta de esto.
Cuando hice el cambio de consciencia, y pude concentrar toda mi atención en el enfrentamiento del momento, me fue bien. Fue algo poderoso que me impactó mucho. Aprendí en un nivel físico profundo que, cuando estaba totalmente presente, con todos los sentidos despiertos, alertas y conscientes, entraba en un flujo energético intenso.
¿No es interesante que comenzara mi entrenamiento en artes marciales justo cuando Urano se aproximaba a una cuadratura con mi Sol, y obtuve mi cinturón negro cuando el arco solar de Urano pasó el punto de Aries? Mi perspectiva de la vida y mi abordaje a ella cambió por mi entrenamiento en artes marciales, disparado por un tránsito de Urano.
El zumbido de Urano
Un ciclo de Urano tiene algunos efectos colaterales comunes, aunque sorprendentes. La gran energía eléctrica de este planeta a veces se manifiesta como un sentimiento de agitación, como un pico de cafeína. Esto es muy común cuando se trata de un tránsito o arco solar al Sol, Luna, Mercurio o Ascendente. A menudo mis clientes mencionan que les cuesta dormir, porque se sienten llenxs de energía y electrizadxs. Cuando sucede esto, siempre les recomiendo que hagan sesiones de ejercicio adicional para ayudar a quemar algo de ese exceso de energía.
Muchas personas sienten tal electricidad corriendo por su cuerpo durante este ciclo, que a menudo se les queman bombillas, sus electrodomésticos hacen cortocircuito o se agotan las baterías de sus relojes. En estas situaciones, puede ser útil hacer jardinería y contactar con el suelo, ya que es necesario llevar la electricidad a tierra. También puede traer alivio darse baños de inmersión en sales de Epsom.
También les menciono a mis clientes que es muy beneficioso mantener a mano una libreta de papel o un pequeño grabador en todo momento cuando están pasando por un ciclo de Urano. Es muy común que lleguen brillantes ideas innovadoras, como una bombilla que se enciende de repente por la carga eléctrica del planeta. Muy a menudo, si la idea no se escribe o se registra, los detalles desaparecen rápidamente y se pierden. Es importante abrazar la energía inventiva y disfrutar de los pensamientos laterales estimulados por la energía de este planeta, y debemos estar listxs para darles forma, accionando cuando recibimos la señal.
La energía de Urano tiene la simplicidad y concentración del guerrero. Para aprovechar la electricidad de este planeta, es importante recordar estos puntos clave:
- Ser conscientes de la potencia a la que accedemos cuando nos comprometemos completamente con el momento presente.
- Limpiar nuestras mentes y emociones de sentimientos innecesarios de temor, preocupación y parloteo, y concentrarnos en la situación actual.
- Mantenernos abiertxs a recibir. Confiar en que las respuestas siempre llegarán en el momento exacto en que las necesitemos.
- Abrazar la espontaneidad.
Cuando pasamos voluntariamente al modo aventurero, comienza a florecer una nueva confianza. Nuestra actitud y nuestro comportamiento cambian, y pasamos a saber que podemos lidiar con lo inesperado, porque entramos en la consciencia plena del ahora. Esto nos permite sentirnos libres y librarnos de la falsa seguridad de lo predecible.
Este es el don de Urano.
Kathy Rose
Kathy Rose es astróloga, consultora y maestra de tiempo completo, con una práctica muy exitosa desde hace 38 años. Se graduó con los más altos honores del curso de maestría en astrología de Noel Tyl. Kathy tiene un canal de YouTube, produce y presenta “The Maverick Podcast” y escribe frecuentemente para la revista The Mountain Astrologer. Fundó la conferencia anual Empowered Astrology.
Página web: roseastrology.com
YouTube: roseastrology http://roseastrology.com/